Rosalía rompe el silencio tras ser señalada por no hablar del conflicto en Gaza
La intérprete española Rosalía respondió tras la polémica generada por el diseñador Miguel Adrover, quien se negó a colaborar con ella debido a su aparente falta de postura sobre el conflicto en Gaza. La decisión del creador mallorquín desató una discusión pública sobre la responsabilidad de las celebridades ante causas humanitarias, y reavivó el debate sobre el papel del arte en tiempos de guerra.
Todo inició cuando el equipo de Rosalía contactó a Adrover para elaborar un atuendo exclusivo para septiembre. La contestación del diseñador fue clara:
“Lo sentimos, pero Miguel no trabaja con ningún artista que públicamente no haya mostrado su apoyo a Palestina. El silencio es complicidad y más aún cuando tienes un gran altavoz que millones de personas escuchan cuando cantas. Rosalía, esto no es nada personal. Te admiro por todo tu talento y por todo lo que has logrado. Ahora tenemos que hacer lo correcto”.
Adrover, reconocido por su activismo y su compromiso con temáticas sociales, ha sido una figura relevante en la moda independiente desde los años 2000. Su carrera abarca alianzas con marcas sostenibles, colecciones inspiradas en comunidades excluidas y una postura firme contra el consumismo. En 2018 fue galardonado con el Premio Nacional de Diseño de Moda en España, y desde entonces ha mantenido una línea ética que lo ha llevado a rechazar colaboraciones con artistas que, a su juicio, no se posicionan ante las injusticias mundiales.
La presión mediática y los señalamientos en redes llevaron a Rosalía a compartir un mensaje en sus historias de Instagram. En él, la artista expresó su postura con sensibilidad y firmeza:
“He seguido con gran tristeza lo que se ha venido diciendo estos días. Desde ya acepto que lo que escribiré aquí será incompleto e imperfecto, pero es mi verdad y está escrito con la mejor intención. El hecho de no haber usado mi plataforma de forma alineada con el estilo o expectativas ajenas no significa en absoluto que no condene lo que está pasando en Palestina.
Es terrible ver día tras día cómo personas inocentes son asesinadas y que los que deberían parar esto no lo hagan. No veo cómo avergonzarnos los unos a los otros sea la mejor manera de seguir adelante en la lucha por la libertad de Palestina. Creo que el señalamiento debería direccionarse hacia arriba (hacia quienes deciden y tienen poder de acción) y no en horizontal (entre nosotrxs). En un mundo como el de hoy en día todxs vivimos en constante contradicción, yo la primera, y aunque personalmente siempre intente hacer lo correcto probablemente no siempre lo consiga, pero en el proceso trato de aprender y mejorar. Lamentablemente este texto no es ni será suficiente en un contexto de violencia extrema como el que está aconteciendo, por ello querría finalizar con un profundo respeto y agradecimiento a las personas que realmente actúan como ONG’s, activistas, voluntarios, sanitarios, trabajadores, cooperativas, asociaciones y periodistas dedicando su vida a ayudar en esta causa y muchas otras”.
Su declaración generó reacciones encontradas. Mientras algunos valoraron su franqueza y empatía, otros señalaron que su pronunciamiento llegó tarde o fue insuficiente. En redes sociales se intensificó el debate sobre si los artistas deben posicionarse ante conflictos internacionales, y si el silencio implica complicidad.
Rosalía, quien ha colaborado con UNICEF y ha participado en campañas de concienciación sobre la violencia de género y los derechos de la infancia, ha mantenido tradicionalmente un perfil reservado en asuntos políticos. Su activismo ha estado más orientado a temáticas sociales relacionadas con la cultura, la equidad de género y la representación de comunidades excluidas en la música.
El conflicto en Gaza, que se intensificó desde octubre de 2023 tras un ataque sorpresa de Hamás contra Israel, ha dejado más de 60,000 fallecidos en la Franja y ha sido descrito por organismos internacionales como una crisis humanitaria sin precedentes. La ofensiva israelí ha ocasionado desplazamientos masivos, escasez de alimentos y el colapso del sistema sanitario, mientras la comunidad global discute la legalidad y ética de las acciones militares.
