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Grave denuncia de dos exjugadoras de España: «Tenemos sexo o aviso que eres lesbiana»

«O te acuestas conmigo o le digo a todo el mundo que eres lesbiana’, me dijo el presidente de un club. ‘Prefiero ser lesbiana y que la gente lo sepa que acostarme con usted’, le respondí». Ángeles Parejo (Tarrasa, 1969) es la autora del primer gol de España en un torneo internacional [Eurocopa de 1997] y, en sus 20 años en la élite, jugó en España (Sabadell), Italia (Torino, Torres, Atlético Oristano, Olbia, Roma y Reggiana) y Japón (Takarazuka Bunny), además de sumar 18 internacionalidades con la selección española.

Tuvo que lidiar con el machismo de la época. Comenzó a jugar con el nombre de Ángel «porque estaba muy mal visto que una niña pateara un balón». Recuerda que a los ocho años dejaba la muñeca a su hermana gemela (Isabel, que acabaría haciendo carrera con ella) y se iba a jugar con sus hermanos en el parking que había detrás de su casa. Tuvo el apoyo de sus padres para apuntarse a una Escuela de Fútbol en Tarrasa y de ahí dar el salto al Sabadell… aunque fue tentada por el Barcelona, el club de su corazón. El presidente del Torino quedó prendada de ella y de su hermana en un torneo internacional y no paró hasta ficharlas por 300.000 pesetas. Con casi 19 años, las hermanas Parejo pusieron rumbo a Italia donde harían carrera por separado -por culpa de una norma impuesta en su cuarto año allí que prohibía que un equipo tuviera a dos jugadoras extranjeras-. Hasta el momento de su retirada conquistó cuatro Scudettos, cuatro Coppas y cuatro Supercoppas y firmó 814 goles, su mejor tarjeta de visita.

Ángeles debutó con la selección española con 17 años. «Jugar con la selección fue un sueño que hice realidad gracias a mi familia. A mi padre le gustaba mucho el fútbol y mi madre se limitaba a vernos felices. Siempre me apoyaron de manera incondicional», cuenta quien formó parte de la España que alcanzó las semifinales de la Eurocopa de 1997, donde anotó tres goles [frente a Francia, Rusia e Italia] y fue incluida en el once ideal del campeonato. «Llevábamos la equipación de la Sub’17 masculina del año anterior. La camiseta me sobraba por todas partes y al pantalón le tenía que dar tres vueltas porque me quedaba por debajo de las rodillas. En aquel momento no lo sabíamos, pero nos lo dijeron tiempo después», denuncia. «Después de aquel torneo escribimos una carta a la Federación para protestar por las condiciones que teníamos y el machismo que sufríamos, pero no nos escucharon», asegura quien después de aquello apenas jugó un par de partidos más con la selección. «La Federación nos dejó de llamar porque no querían pagarnos los viajes. Nos sentimos discriminadas porque podíamos haber seguido jugando por nuestro país», sentencia Ángeles.

La carrera de Isabel fue más corta, tanto a nivel de clubes como de selección, donde apenas cuenta con un par de internacionalidades. «Cuando me separaron de mi hermana fue un palo duro porque uno de los motivos de venir a Italia fue porque lo hacíamos juntas. Llegó un momento en el que decidí dejar el fútbol porque no era compatible con la vida que llevaba. Trabajaba por la mañana (en una tienda de Benetton) y tenía que hacerme 220 kilómetros para ir y volver a entrenar con un equipo de Segunda división», relata la zaguera, que acabaría colgando las botas en 2005, seis años antes que su hermana.

Toda una vida en Italia
Tras retirarse, las hermanas Parejo se instalaron en Sácer, una ciudad de Cerdeña hermanada con Barcelona, y se dedicaron a formar a los más jóvenes. Ángeles es actualmente responsable de la Scuola Calcio Raniero Vaira e Isabel ayuda en la coordinación. Ambas siguen el fútbol femenino español desde la distancia. «Cuando vuelva a España en Navidades quiero ir a ver un partido del Barcelona», confiesa Ángeles. «De la selección no me pierdo un partido. Disfruté mucho durante el Mundial porque jugaron de manera brillante y demostraron ser un gran equipo: Aitana, Salma, Olga, Jenni… difícil destacar a una», afirma quien dice verse reflejada en Alexia Putellas. «Las dos somos catalanas, zurdas, con carisma…», explica. Su hermana, Isabel, dice sentirse más identificada con Irene Paredes. «Yo era una central difícil de superar. ¡Hasta la propia Morace (estrella italiana de la época) me lo decía! En Irene tiene esa personalidad, carácter y seguridad que yo intentaba ofrecer en el campo», resume. Ambas coinciden en una reflexión trascendental: «Tendríamos que haber nacido 30 años más tarde. Nos hubiera encantado compartir terreno de juego con esta generación de futbolistas españolas».

El viernes no podrán ir a Salerno por motivos laborales, pero verán el duelo de la Nations League por televisión [17:45 horas]. «Veo a España muy favorita. Italia, que era referente cuando yo vine a jugar aquí, se ha quedado estancada y está muy por detrás de potencias como Francia, Alemania, Inglaterra, Suecia, Países Bajos o España», sentencia Ángeles. «Yo creo que España es favorita ante cualquier rival del mundo en estos momentos. Se ha hablado mucho de ellas por el beso, pero es hora de dejar esa novela a un lado y elogiarlas por lo gran futbolistas que son», finiquita Isabel.