EU no espera firmar hasta 2024 el acuerdo en la OCDE sobre tributación digital
Este prevé que las empresas con una facturación superior a los 20,000 millones de euros anuales y unos beneficios por encima del 10% tengan que pagar impuestos por el 25% de los beneficios que superen ese umbral en aquellas jurisdicciones dónde realizan sus ventas, independientemente de dónde tengan declarada su sede.
Estados Unidos no espera firmar hasta 2024 el acuerdo sellado por 138 países en el marco de la OCDE para crear un nuevo sistema internacional de tributación para las grandes empresas digitales porque antes quiere resolver “cuestiones abiertas” y someterlo a un proceso de consultas.
Estados Unidos no espera firmar hasta 2024 el acuerdo sellado por 138 países en el marco de la OCDE para crear un nuevo sistema internacional de tributación para las grandes empresas digitales porque antes quiere resolver “cuestiones abiertas” y someterlo a un proceso de consultas.
EU no espera firmar hasta 2024 el acuerdo en la OCDE sobre tributación digital
“Mucho del tratado ha sido acordado, hay progresos sustanciales en la negociación de este tratado, pero hay algunas cuestiones importantes para Estados Unidos y otros países que siguen sin resolver, que todavía deben ser resueltos antes de que el tratado pueda ser firmado, así que estos procesos nos llevarán al año próximo”, explicó la secretaria del Tesoro.
En 2021, se logró un acuerdo entre 138 países para un nuevo sistema fiscal internacional con dos pilares: el Pilar 1 relativo a la distribución de los impuestos sobre los beneficios de las grandes empresas, en particular las digitales, para asegurar que estas tributan allí donde los generan, y el Pilar 2 para fijar un tipo mínimo del impuesto de sociedades del 15% para las grandes multinacionales.
Sin embargo, las negociaciones para ponerlo en marcha están llevando más tiempo del previsto, sobre todo en lo que se refiere al Pilar 1.
Este prevé que las empresas con una facturación superior a los 20,000 millones de euros anuales y unos beneficios por encima del 10% tengan que pagar impuestos por el 25% de los beneficios que superen ese umbral en aquellas jurisdicciones dónde realizan sus ventas, independientemente de dónde tengan declarada su sede.
Se busca así acabar con la situación actual, en la que las empresas digitales tributan allí donde tienen su sede pese a que generan los beneficios en otras jurisdicciones. De ahí que el apoyo de Estados Unidos, sede de las grandes tecnológicas del mundo, sea crucial.