Siguen despachando cuartillos de frijol
Aunque pareciera que las medidas ya quedaron en el olvido, un grupo de señores se resiste a dejar estas herramientas
En el tianguis del mercado Reforma todavía prevalece el uso de medidas para vender cuartillos de frijol y maíz en uno de los espacios semifijos que se colocan los domingos, en donde grupo de señores se resiste a la modernidad de las que son parte de las básculas.
En el pasillo central de comerciantes de este tianguis, casi a la mitad es donde se encuentran los señores con diferentes costales en los cuales cada uno contiene un tipo de frijol distinto y se comercializa con medidas a las que le llaman cuartillos que son un poco menos de un kilo.
Esta herramienta con la que miden es una especie de vaso de aluminio que tiene una cucharilla en la parte superior, ya que con esta se apoyan para sacar más fácilmente el maíz de los costales y poderlo meter a las bolsas de las compradoras, les ha servido todo el tiempo para su labor.
«A veces vienen las amas de casa y por ejemplo las más jóvenes nos piden un kilo o 2 kg y nosotros les decimos que los medimos por cuartillos, se quedan admirados porque no ven que tengamos alguna báscula, pero no lo necesitamos y tenemos nuestra cucharilla», señaló uno de los comerciantes.
Al cuestionar a los señores vendedores de frijol y maíz, comentaron que venden desde el frijol peruano, pinto, flor de mayo, flor de junio, mayo, negros, burros y maíz colorado azul y rojo, cada uno tiene un tratamiento diferente según los gustos de las amas de casa.
Indicaron que previo a su venta de cada fin de semana, ellos se ocupan de limpiar lo mejor posible los granos que venden, y que este es un extra que les brindan a su clientela para que lleven el producto lo más listo para ir a la olla o cazuela y poder hacer deliciosos frijoles acompañados de pico de gallo o de algún guisado.
Esta herramienta con la que miden es una especie de vaso de aluminio que tiene una cucharilla en la parte superior, ya que con esta se apoyan para sacar más fácilmente el maíz de los costales y poderlo meter a las bolsas de las compradoras, les ha servido todo el tiempo para su labor.
«A veces vienen las amas de casa y por ejemplo las más jóvenes nos piden un kilo o 2 kg y nosotros les decimos que los medimos por cuartillos, se quedan admirados porque no ven que tengamos alguna báscula, pero no lo necesitamos y tenemos nuestra cucharilla», señaló uno de los comerciantes.
Al cuestionar a los señores vendedores de frijol y maíz, comentaron que venden desde el frijol peruano, pinto, flor de mayo, flor de junio, mayo, negros, burros y maíz colorado azul y rojo, cada uno tiene un tratamiento diferente según los gustos de las amas de casa.
Indicaron que previo a su venta de cada fin de semana, ellos se ocupan de limpiar lo mejor posible los granos que venden, y que este es un extra que les brindan a su clientela para que lleven el producto lo más listo para ir a la olla o cazuela y poder hacer deliciosos frijoles acompañados de pico de gallo o de algún guisado.