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Queretanas que iban a show de Bad Bunny aseguran que las querían secuestrar

Una de las afectadas hizo uso de su cuenta de Twitter para narrar el acontecimiento, y comenzó diciendo que el presunto taxista les habría cobrado 450 pesos

Dos mujeres oriundas del estado de Querétaro que este fin de semana viajaron a Monterrey con el objetivo de ir al concierto de Bad Bunny, fueron víctimas de una situación que ellas catalogaron como “intento de secuestro”, esto al momento de tomar un taxi desde el Aeropuerto Internacional General Mariano Escobedo.

Una de las afectadas hizo uso de su cuenta de Twitter para narrar el acontecimiento, y comenzó diciendo que el presunto taxista les habría cobrado 450 pesos, sin embargo, una vez dentro del vehículo, las jóvenes se percataron que habían entregado una dirección equivocada, por lo que, al momento de corroborar, notaron que la tarifa había subido a mil 500 pesos, monto que estaba fuera de su presupuesto.

En ese momento comenzaron los problemas, ya que las queretanas aseguran haberle dicho al taxista que las bajara en una tienda de conveniencia, algo que el conductor habría rechazado.

Le dijimos al taxi que nos bajara en el Seven Eleven más cercano, al principio no quería usando la excusa de que ese lugar era peligroso que mejor nos llevaba a otro, nos rehusamos y le pedimos nuevamente bajar en él. Accedió y al momento de llegar al punto, el precio por kilómetro que nos había dado arrojaba un total de $300 pesos, al darle el dinero nos dijo que la tarifa era por persona, lo que se nos hizo un abuso porque ese no había sido el acuerdo y se lo mencionamos”, señala.

Más tarde, la denunciante manifestó que para ese momento el taxista ya había adquirido una actitud agresiva y que además de insultarlas, les impidió bajarse de la unidad, un Dodge Attitude color blanco y con placas FKC-624-A.

Intentamos abrir las puertas, pero no se podía, estábamos muy asustadas así que comencé a grabar y mi hermana, a golpear los cristales del carro, como no accedía a bajarnos y seguía insultándonos accedimos a pagarle lo que nos pedía. A pesar de eso seguía con su actitud violenta, después de unos segundos aceptó y abrió la puerta, le dimos el dinero y se fue muy molesto, lo que más nos impresiona es su forma de reaccionar ya que en ningún momento quiso negociar o llegar a un acuerdo”, apuntó.

Finalmente, la mujer destacó haberse puesto a salvo junto con su hermana, no obstante, les quedó un sabor amargo por ser la primera vez que visitaban Monterrey.