AMLO analiza denunciar a gaseros que se nieguen a prestar servicio
Adelantó que el gabinete de seguridad del Gobierno federal y el Gobierno capitalino están trabajando para «garantizar el abasto del gas».
Foto: Cuartoscuro
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, amenazó este miércoles con denuncias a los distribuidores de gas del centro del país que se encuentran en huelga por la reciente limitación de precios decretada por el Gobierno.
«Se está analizando la posibilidad de presentar denuncias en contra de quienes se nieguen a cumplir con su obligación de prestar servicio de un insumo fundamental para la gente», expresó el mandatario en su rueda de prensa matutina en Palacio Nacional.
Esto afectaría «desde distribuidores hasta comisionistas», advirtió.
El Gremio Gasero Nacional entró el martes en huelga indefinida después de que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) limitara los precios máximos a los que se puede vender a los usuarios el gas licuado del petróleo (gas LP).
López Obrador explicó que el paro «no es un asunto nacional», sino que se concentra en el área metropolitana de Ciudad de México y en Pachuca (Hidalgo).
Asimismo, dijo que el gabinete de seguridad del Gobierno federal y el Gobierno capitalino están trabajando para «garantizar el abasto del gas».
«Ya estamos viendo cómo garantizamos el abasto en una situación de emergencia. Es lo primero que quiero transmitirle a la gente», dijo el mandatario.
López Obrador también ofreció «garantías de seguridad» a los distribuidores de gas que decidan operar, los cuales estarán resguardados por la Guardia Nacional, anunció.
En Ciudad de México, según la regulación de precios de la CRE, ningún usuario deberá pagar más de 11,52 pesos (0,58 centavos de dólar) por litro para tanques estacionarios y 21,33 pesos (1,07 dólares) por kilogramo, cuando se trate de cilindros metálicos.
A inicios de julio, el presidente López Obrador anunció la creación de un órgano público, llamado Gas Bienestar, que prevé suministrar este combustible a un «precio justo».
Desde que llegó al poder en 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una encrucijada con las firmas energética privadas, a las que acusa, entre otros asuntos, de haber «saqueado» a las estatales Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a Petróleos Mexicanos (Pemex).