Rinden homenaje a dos perros rescatistas envenenados en Querétaro
Ciudad de México. “Les damos el tiempo que nos sobra, el amor que nos sobra y ellos sin duda nos dan todo para servirnos”. Con este mensaje, integrantes del equipo de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR, por sus siglas en inglés) de la Cruz Roja dieron el último adiós a dos de sus compañeros: Athos y Tango, dos perros rescatistas que brindaban ayuda a la población y que fueron envenenados en Querétaro.
Athos, un perro de raza Border Collie, fue parte de los binomios de rescate que ayudaron a buscar personas y “salvar muchas vidas” tras el sismo del 19 de septiembre de 2017. Su compañero, Tango, de la raza Yorkshire Terrier, era un canino de asistencia e integrante de la Cruz Roja Mexicana.
En un emotivo homenaje realizado ayer en la Cruz Roja en la Ciudad de México, el equipo de USAR recordó la trayectoria de los caninos especializados en búsqueda y agradeció su labor humanitaria con un minuto de aplausos.
Al ofrecer un mensaje de despedida, Marco Antonio Franco Hernández, subcoordinador Nacional de Socorro, destacó que Athos y Tango “eran nuestros compañeros de trabajo, quienes no sólo nos enseñaron la virtud de la lealtad en cada entrenamiento, sino también a valorar la vida, y que el cansancio y el frío no son motivo suficiente para detenernos”.
“Siempre se ha dicho que el mejor amigo del hombre es el perro, pero me pregunto si hay hombres capaces de corresponder de la misma forma cómo ellos nos corresponden”, expresó con tristeza.
Durante la ceremonia se colocaron las fotografías de Athos y Tango, con las que posaron no sólo sus compañeros humanos, sino también 12 caninos más entrenados en búsqueda y rescate de personas en estructuras colapsadas que laboran con la Cruz Roja en 6 estados de la República.
Luis Enrique Muñoz, médico Zootecnista, donó a la Cruz Roja Mexicana, tres ejemplares de la raza de Athos, para que sean entrenados y formen parte de dicho equipo.