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¡Orgullo mexicano! Jalisco se posiciona como líder nacional en producción de frambuesa

Durante tres décadas Jalisco ha estado produciendo frambuesa y hoy se consolida como líder nacional con 104 mil toneladas del fruto en 6 mil 269 hectáreas. Ni la pandemia mundial de COVID-19 ha frenado la demanda del llamado “oro rojo del campo mexicano”.

Más de una decena de municipios jaliscienses han crecido a base de la producción de la frambuesa. Entre ellos están: Zapotlán El Grande (1,971 hectáreas en producción, con un volumen anual de 13 mil 900 toneladas), Jocotepec (1,900 hectáreas), Zapotiltic (312), Tuxcueca (270), Sayula (240), Tuxpan (235), Tizapán (196), Zacoalco de Torres (156), Amacueca (89), Tala (55) e Ixtlahuacán de los Membrillos, entre otros.

Las frambuesas y las berries se han colocado en el gusto del mercado internacional, por lo que ha crecido la demanda de exportación. El rendimiento promedio estatal es de 18.3 toneladas del fruto por hectárea.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER Jalisco) ha fortalecido programas especiales para que crezca el sector, los productores se envuelvan en procesos de calidad y la certificación de pequeñas unidades productivas.

El municipio de Jocotepec ha tenido un despegue en la producción de la frambuesa hace 30 años, hoy concentra la cuarta parte de la producción estatal con 22 mil 382 toneladas. Ya saturó las tierras que tienen disponibilidad de agua para riego en el territorio municipal, explicó el director de Desarrollo Rural de este municipio, Francisco Salazar Hernández.

“Normalmente su forma de trabajar es rentar únicamente (sus tierras). Hacen su contrato por cinco o diez años, sobre todo cuando tienen la seguridad sobre la disposición del agua. Muchos de los empresarios de aquí, de Jocotepec, se han ido del lado de Mazamitla y del lago de Ciudad Guzmán”.

Esta rentabilidad del cultivo también ocurre con los arándanos, las zarzamoras y las fresas, ha sido la clave de la expansión, dado que hay utilidades muy superiores a la siembra de los granos tradicionales. La clave está en producir y dejar descansar la tierra introduciendo materia orgánica para que recuperen su fertilidad y potencial.