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NO HAY SEPARATISMO ALIANCISTA, SOLO LUCHA POR MILES DE MILLONES DE PESOS

Confieso, el lunes me ahogué en un vaso de agua y todo porque los gobernadores aliancistas y el presidente López Obrador no saben de lo que hablan cuando se refieren al Pacto Federal.

Parecía un dilema como para no dormir, pero en realidad todo se reduce a que los 10 gobernadores de la Alianza Federalista no saben de lo que hablan o se asustaron de su osadía.

Ahora resulta que no amenazaron con abandonar el Pacto Federal y dejar a México sólo con 22 entidades federativas y que se concretaron a amagar con salirse del pacto fiscal, uno de los elementos, importante, sí, pero sólo uno más contemplado en la Constitución de lo que llamamos Estados Unidos Mexicanos.

El artículo 40 constitucional asienta que “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, y por la Ciudad de México, unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”. Esto es el Pacto Federal.

Quizás los gobernadores no amenazaron con abandonar el Pacto Federal, sino al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal contemplado en el artículo uno de la Ley de Coordinación Fiscal cuya última reforma data del 30 de enero de 2018.

A la letra dice: “Artículo 1o.- Esta Ley tiene por objeto coordinar el sistema fiscal de la Federación con las entidades federativas, así como con los municipios y demarcaciones territoriales, para establecer la participación que corresponda a sus haciendas públicas en los ingresos federales; distribuir entre ellos dichas participaciones; fijar reglas de colaboración administrativa entre las diversas autoridades fiscales; constituir los organismos en materia de coordinación fiscal y dar las bases de su organización y funcionamiento…

“La Secretaría de Hacienda y Crédito Público celebrará convenio con las entidades que soliciten adherirse al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal que establece esta Ley. Dichas entidades participarán en el total de los impuestos federales y en los otros ingresos que señale esta Ley mediante la distribución de los fondos que en la misma se establecen”.

Por fortuna el agua no llegó al río y la amenaza de rompimiento del Pacto Federal, que fue lo anunciado el lunes por gobernadores de la Alianza Federalista, se redujo al compromiso de los mandatarios de conducirse como lo hace López Obrador y como se los aconsejó el martes por la mañana: consultar a sus gobernados si las entidades se mantienen en el llamado Pacto Fiscal y no si se separan o permanecen en los Estados Unidos Mexicanos.

Para quienes interpretamos las palabras de algunos de los gobernadores de la Alianza Federalista como amenaza separatista, es también fortuna que sus discursos permanecen en las benditas redes sociales.

Silvano Aureoles, de Michoacán, dijo: “Los 10 estados que hoy estamos fijando postura recurriremos a las acciones legales correspondientes, pero si no hay diálogo, ni respeto entre el gobierno central, los estados y los municipios se marcará el inicio del rompimiento del pacto federal”.

Su colega Diego Sinhué amenazó: “Al no escuchar a Guanajuato y los estados que integramos la Alianza Federalista, se puede estar llevando a México al inicio del rompimiento del Pacto Federal y eso sería terrible para todo el País”.

El de Jalisco, Enrique Alfaro, fue tajante: “…Ningún Estado libre y soberano que tenga un mínimo de dignidad puede seguir siendo parte de una Federación cuando el Gobierno de la República nos ignora, nos ataca, nos insulta y nos quita lo que nos pertenece”.
El resto no fue tan claro, pero a Jaime Rodríguez de Nuevo León le salió lo bronco y advirtió que “Si no nos escucha (el presidente), generará una confronta innecesaria; si no nos escucha entonces estará a prueba el carácter de cada región”.

La amenaza de los gobernadores está ahí, muy clara, pero el presidente la bateo con habilidad y redujo el problema a un asunto de muchos pesos y centavos aprovechando las quejas de los mandatarios sobre el mal trato fiscal que reciben de la Federación.

Las palabras de Francisco García Cabeza de Vaca son claves: Las 10 aliancistas “Somos de las entidades más productivas del País y no permitiremos más afectaciones”.
A López Obrador le resultó fácil desactivar el problema, pero además ofreció una salida a los gobernadores.

Bien asesorado, ahora sí, en materia constitucional, en la mañanera del martes habló un poco del Pacto Federal advirtiendo a los gobernadores de la imposibilidad de abandonarlo: “… no hay ninguna posibilidad de que se rompa…, primero porque si tienen vocación democrática tendrían que preguntarle a los ciudadanos de los estados que gobiernan, les recomendaría que apliquen el mandar obedeciendo… Segundo, porque sería una reforma a la Constitución que tendría que aprobarse en el Congreso, con todo un proceso que llevaría a controversias, que le correspondería a su vez resolver al Poder Judicial”.

Y luego con una zanahoria los llevó a su terreno de juego: si quieren salirse del acuerdo (no especificó cual) que pregunten a los ciudadanos, que aprendan a “mandar obedeciendo”.
Asustados de su osadía del lunes, los gobernadores se olvidaron del rompimiento del pacto federal, se agarraron de la tabla que les aventó el presidente y anunciaron que le toman la palabra y consultarán a sus gobernados si permanecen en el pacto fiscal.

El jaliscience dijo: “Vamos a iniciar ya este proceso de consulta y le vamos a preguntar a los ciudadanos de Jalisco si estamos dispuestos a mantener una relación en la cual Jalisco aporta muchísimo a la Federación y lo que recibe son malos tratos, groserías y desdenes como los que vimos el día de hoy”.

“El Bronco” que el lunes habló del carácter de cada región y reveló que “Voy a pedirle al Congreso y a la Comisión Estatal Electoral que la armemos (la consulta) y se decida si seguimos aportando a la Federación o qué hacemos, y por lo pronto haré lo que él hace: a las reuniones a las que vaya voy a consultar así como le hace él, a mano alzada”.

Ni tardo ni perezoso, Martín Orozoco de Aguscalientes no perdió tiempo y en redes sociales preguntó a sus gobernados “¿Están de acuerdo en que el Gobierno federal regrese a la gente los recursos para salud, cultura, deporte, ciencia, seguridad, derechos humanos, entre otros?”.

La respuesta fue clamorosa ¡”Si!”.

Para salvar la cara, al final de una entrevista, el gobernador de Jalisco alcanzó a decir que “está en riesgo el pacto federal”. Es probable que de nueva cuenta confundiera uno con el otro.

Y pensar que hubo un momento en que llegamos a pensar que México podría convertirse en una especie de Centroamérica conformado por países pequeños más vulnerables de lo que ahora somos, como lo dijo el maestro Bernardo Bátiz no hace mucho en una columna en el periódico La Jornada.

Ahora en la Judicatura Federal, Batiz supone que las amenazas de los gobernadores tiene que ver con “un revanchismo enfermizo muy activo…” de quienes “perdieron las elecciones y otros, que haga lo que haga y diga lo que diga el titular del Ejecutivo, lo critican y atacan, a veces con bajeza y casi siempre sin la honradez intelectual que exige el debate político. Han pedido que renuncie y han circulado rumores de acciones diversas, desde un golpe de Estado, hasta la separación de algunos estados del pacto federal”.

¿De esto hablaron el lunes los gobernadores y se arrepintieron el martes?

Y pensar que hubo quienes, incluidos los gobernadores de Morena que ayer reaccionaron en apoyo de su jefe, llegamos a imaginar que para evitar el desmembramiento de la República el Ejército entraría en alerta y Santiago Nieto acudiría a su archivo de carpetas de investigación para meter orden filtrando algo de lo mucho que atesora sobre algunos de los gobernadores en rebeldía.